martes, 5 de enero de 2010

Mis vampiros favoritos



RAMÓN De España

Arranca en Canal+ la segunda temporada de True blood, estupenda serie de vampiros que es el antídoto ideal para esa cursilería de Crepúsculo, habitada por niñas bobas y chupasangres mojigatos que parecen los Jonas Brothers con colmillos. Extraña fábula contemporánea en la que los vampiros aparecen como una nueva minoría con problemas de aceptación social, True blood aporta dos elementos fundamentales al imaginario vampírico: el sexo y el sentido del humor, dos temas que siempre han distinguido al padre de la criatura, Alan Ball, a quien debemos el guión de American beauty y esa estupenda serie sobre los dimes y diretes de una familia del sector funerario que fue A dos metros bajo tierra.

Me tragué en DVD hace unas semanas la primera temporada de True blood y debo confesar que no las tenía todas conmigo. Es más, no entendía muy bien qué le había visto el señor Ball a las aventuras de Sookie Stackhouse, creadas por la escritora Charlaine Harris. Durante los dos primeros capítulos, no podía evitar pensar que aquello era una chorrada, una absurda memez impropia de alguien del talento de Alan Ball. Pero algo me hizo clic en el cerebro a partir de la tercera entrega y acabé totalmente enganchado a la serie, zampándomela en pocos días a razón de dos o tres episodios diarios.

Bajo su apariencia de entretenimiento para adolescentes rijosos, True blood, ambientada en el sector más cutre y white trash de Luisiana, propone una relectura cotidiana del vampirismo en un entorno de lo más cazurro. ¿Hay historia de amor? Por supuesto: la que se establece entre una virginal camarera capaz de leer las mentes ajenas y un oficial sureño de la guerra civil que lleva desde entonces vagando por el mundo y haciendo frente a unos compañeros de correrías muy poco recomendables.

Los secundarios tampoco tienen desperdicio: el hermano de la camarera es un gañán que piensa con el pito, hay un cocinero negro homosexual que ejerce de chapero a domicilio y de traficante de drogas, el policía local es un mastuerzo con baja autoestima, y así sucesivamente. En una época en la que la tele da más alegrías que el cine, True blood es una de sus mejores bazas.



1 comentario:

Unknown dijo...

jaaa me gusto su punto de vista! yo estoy intentando que mis amigas vean TB,han visto crepusculo y les ha gustado,asi que les he dicho que NO se pueden perder esta serie,esta suuuper,saludos! alguien sabe que quiere decir "chapero"?